Después de la polémica generada sobre todo por Darwin, las ideas sobre la evolución habrían de enriquecerse nuevos descubrimientos proporcionaron explicaciones más claras y concepciones más apegadas a la realidad respecto a ideas como la variación y la selección natural.
Si se observa a un grupo de organismos de la misma especie podrá notarse que cada individuo posee ciertas particularidades, por ejemplo en un grupo de perros se aprecian diferencias en tamaño, color de pelo y de ojos, forma de las orejas y de la cola, etc.
Las diferencias propician la formación de variedades o razas a su vez los individuos de cada raza presentan diferencias entre sí.
Esas diferencias que se manifiestas en los individuos de una misma especie constituyen la variación la cual es fundamental en el proceso de evolución y su origen puede ser las modificaciones de la información genética, es decir, genotípicas y los efectos del ambiente sobre los individuos, es decir, fenotípicas.
Estas variaciones se originan por factores hereditarios ya que los padres transmiten información genética modificada a los hijos.
Un ejemplo de variación genotípica es el melanismo industrial, el cambio consiste en que antes de la revolución industrial en Inglaterra ciertas especies de polillas presentaban coloración clara las cuales resultaban adecuada para protegerse de sus enemigos al confundirse con los troncos de los árboles y las rocas cubiertas de líquenes.
Esta contaminación propició que la población de polillas cambiara su coloración de clara a oscura, debido a una modificación de su material genético lo cual además de permitirles que siguiesen ocultándose en los troncos ahora teñidos por el humo, las defendía de los organismos que se alimentaban de ellas, estas polillas heredaron esa característica a sus descendientes y de ese modo pudieron sobrevivir.
Las variaciones fenotípicas se deben a a la influencia sobre los individuos de los factores ambientales como luz, humedad, temperatura o altitud.
Todas las variaciones benéficas para organismos por leves que sean tienden a preservar la especie, este fenómeno se conoce como selección natural o supervivencia del más apto.
La selección natural opera constantemente para perpetuar las variaciones favorables de una especie con el fin de que ésta sobreviva y deje descendencia que pueda seguir reproduciéndose.
Por el contrario en este proceso las variaciones desfavorables tiendenn a decrecer o eliminarse. Si la selección natural persiste sobre una especie a través del tiempo, los descendientes tal vez lleguen a ser tan diferentes que formen una nueva especie.
En la tierra existen millones de seres vivos y cada uno presenta características que lo diferencian de todos los de su especie y de los miembros de otras especies, es notorio que cada organismo presenta variaciones que les permiten adaptarse mejor, por ejemplo, al clima, o al lugar habitado.
Los organismos y el medio están estrechamente ligados.
La selección natural preserva las variaciones individuales favorables y permite que el organismo se adapte para beneficio de una población es decir preserva a los individuos que nacen con una constitución mejor adaptada al lugar que habitan y a su forma de vida.
Los delfines por ejemplo, son mamíferos marinos que a diferencia de los peces presentan pulmones en lugar de branquias para respirar, por lo que constantemente salen a la superficie del agua, sin embargo ellos se han adaptado desarrollando aletas, similares a las de un pez para desplazarse dentro del mar.