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FORTINO VILLALOBOS ZARAZÚA INVESTIGACÍON SOBRE RESTOS DE AGUSTIN RIVERA

(NP).- En un homenaje al gran escritor laguense Agustín Rivera y Sanromán, y a cien años de haber sido trasladados sus restos de León Guanajuato a la ciudad de Guadalajara, hoy damos cuenta del estupendo trabajo de investigación realizado por el Escritor e Investigador Fortino Villalobos Zarazúa.
Fortino Villalobos Zarazúa, refiere que tuvo que viajar a la ciudad de Guadalajara e investigar en donde se encontraba la tumba de Agustín Rivera y de tanto y tanto andar dio con el Mausoleo donde descansan los restos del General, Ramón Corona, donde también están los de Agustín Rivera.
Aquí damos cuenta de lo escrito en días pasados por Fortino Villalobos Zarazúa “Mañana lunes 27 de este mes patrio, se cumplen los Cien Años de haber sido re-inhumados los restos del Ilustre escritor Laguense, Agustín Rivera Sanromán a la Rotonda de los Hombres Ilustres del panteón de Belén, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
La entonces Junta Central de Festejos Patrios de Guadalajara, es la que se encarga de hacer traer los restos del Laguense Agustín Rivera fallecido desde el 6 de julio de 1916, de la ciudad de León a la ciudad de Guadalajara.
Por medio de una Comitiva que salió el sábado 24 de septiembre de 1921 con rumbo a León, Guanajuato.
No si antes de ser trasladados a la ciudad de Guadalajara por medio del tren, el domingo 25 en palacio municipal de León, fueron velados en la Sala de Cabildo, con guardias formada por estudiantes, autoridades municipales locales y familiares del Dr. Rivera.
Saliendo el lunes 26 a las siete de la mañana la Comisión Oficial con los restos del sabio Rivera con rumbo a la estación del ferrocarril con rumbo a Irapuato, para esperar el tren con rumbo a la ciudad de Guadalajara. Llegando a su destino dicha Comisión por la noche a la estación de Ferrocarriles Nacionales de Guadalajara, a bordo de un carro especial que se le agregó al tren ordinario de Irapuato. Trayendo el féretro que guardó los restos del padre Agustín.
Recibiéndolos autoridades y numerosas personas que lo esperaban, para ser trasladados al palacio municipal de Guadalajara, para velarlos y montarles guardias en su honor hasta las seis de la mañana del lunes en el Salón de Cabildo; capilla ardiente que con tal motivó se instaló en su honor.
El martes 27, a las ocho de la mañana y minutos partió el cortejo fúnebre con rumbo al panteón de Belén. Presidido por el presidente de la Junta Patriótica de Festejos, Sr. Rosendo S. Álvarez y funcionarios de la administración pública. Trasportado el ataúd que encerró los restos del historiador Laguense, en un lujoso camión y cerraba la columna la Banda de Gendarmería del Estado.
Se hizo una ceremonia sencilla y breve pero muy significativa, en el panteón municipal. Hubo una oración por medio del profesor Alberto Terán, la ejecución de la marcha fúnebre de Chopin por medio de la Banda de Gendarmería. Para luego ser sepultados en el interior de la Rotonda tipo Egipcio, que se encuentra sobre la plazoleta central de dicho lugar.
Por medio de integrantes de la Comitiva bajaron al interior de la Rotonda y colocaron el ataúd en una gaveta a la derecha arriba donde se encontraban los restos del general Ramón Corona.
Guadalajara cumplió con un deber al honrar debidamente los restos del Doctor Rivera, junto a los Héroes de Jalisco.
Guadalajara que lo vio de joven llegar a tomar sus estudios en el año de 1838, y verlo retirar ya como Licenciado en Derecho, Presbítero y Doctor en Derecho Civil, en el año de 1860, cuando salió para México el 17 de febrero. Para luego volverlo a recibirlo con honores en el año de 1902 el 5 de marzo y, el 9 de enero de 1904, le colocan solemnemente su retrato en la Biblioteca pública de esta misma ciudad.
Posteriormente levantarle un monumento a su memoria el 15 de septiembre de 1919 por el entonces gobernador Luis Castellanos y Tapia, en un jardín que llevaría ya desde entonces su nombre.

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