Cuentas los hoy jóvenes mayores entrados en esa extraña edad de más de los 50 y 60, que allá cerca de los años 70 del ya extinto siglo pasado hubo un sitio en donde los muchachos del ayer se reunían para bailar todos los domingos por las tardes, como buenas señoritas las mujeres deberían de estar en casa a las 9 de la noche y entonces para quienes les gustaba bailar les adecuaron un lugar en donde se bailaba la música en vivo, ese sitio era el nada más y nada menos que llamado Casino Laguese, aunque por un tiempo se le conoció como Casino Rotario.
En ese punto hoy instalado un centro educativo, y que está en la casi esquina de Leando Guerra y Miguel Hidalgo, se conformó un punto de reunión para todos cuantos estaban prestos para entrar a bailar de las 4 de la tarde a las 8 de la noche, eran cuatro horas de diversión sana, con los grupos musicales de moda en esos tiempos, que eran muchos, las discoteq apenas asomban a diversos puntos de la república y no era un atractivo, porque los laguenses querían y preferían mejor la música en vivo.
Es lo que se recuerda, es lo que se tiene, es lo que se vivió domingo a domingo y entonces muchos jóvenes igual de la época comenzaron a formar sus grupos musicales con los cuales amenizaban estos bailes populares no tan ruidosos, no tan escandalosos como ahora, y en donde lo mejor era bailar de forma sana.
Pocos eran los lugares en donde dejaban entrar a menores de edad, decirlo, es cuestión de ética pero si había estos puntos ya como focos rojos o bien considerados como una extensión de la zona roja entonces existente en Lagos de Moreno.
Y la gente acudía con normalidad a bailar, solo a bailar, y claro está de esos bailes salían muchas parejas, de esos bailes salían muchos enamorados, de esos bailes salían con el compromiso luego de haber disfrutado de cuatro horas de diversión muy al estilo de esos jóvenes ataviados con pantalón de manga ancha, acinturados de arriba y en colores no muy comunes hoy en día.
Las niñas o mejor dicho las mujeres eran muy tradicionales, los vestidos en diferentes colores y el pelo ondulado producto de los entonces muy famosos tubos de doña florinda tan de moda en esos tiempos.
La gente solía entender ese tipo de diversión como una forma de la llegada de los tiempos modernos, las telas grises, y negras utilizadas por muchos años por generaciones comenzaban a dejar atrás esos tonos para dar paso a los escandalosos modelos de flores y tintes traídos quien sabe de donde pero llegados en tiempo y forma para llevarlo ante las entonces muy hábiles costureras quienes se encargaban de hacer esos vestidos tipo circular con los cuales la mujer igual complementada con tacón grueso en el calzado o botas a la rodilla llegaba para bailar.
Esos grupos musicales entonces muy conocidos han pasado a ser parte de la historia agradable de nuestra historia musical, como La Hermandad, Los Cinco Clásicos o Classic Five, o bien in Cuarto Mandamiento, Rodrigo y la Charanga, un Chicano Eternidad llegado en la década de los 80 y ni que decir Cristal, si así se llamaba otro de eso muy famosos grupos de esas décadas.
Todos desde luego eran la atracción de quienes gustaban de música moderno y para los más antiguos entiéndase los señores, el grupo los Aerolitos, o bien Pancho Tarolas que ya sumbaba en dichos bailes.
La alegría duró muchos años tanto como fue el casino Laguense habilitado para ello, y en donde además se realizaban ceremonias de tipo social, fueron los tiempos de esa juventud loca, de esa juventud guerrera cuyos tiempos hoy rememoran muchos de esos señores ya entrados en años quienes con gusto recuerdan sus tardes de juventud en ese emblemático lugar…
LOS AÑEJOS BAILES DEL CASINO LAGUENSE, O CASINO ROTARIO.
