(NP).- Muchos jugadores del llano son mañosos los tenemos en Lagos de Moreno por montones, esos que por unos pesos, una birria o unos tachones juegan un torneo con un equipo luego el siguiente con el mejor postor y así se la van llevando, porque amor por una camiseta nunca lo han sentido, sienten la conveniencia de estar con quien les pague.
Pero un gran ejemplo de jugar por la camiseta lo tenemos en Franz Beckenbauer un líbero como no ha existido otro más en el fútbol, era pundonor, líder, estratega y referente en el terreno de juego, justo de ahí de conocer cómo desarrollaban los Alemanes su juego es que nació aquella frase de Gary Lineker de que el fútbol es un juego de once contra once donde siempre gana Alemania.
Y tenía razón luego de haber visto jugar a Beckenbauer a quien se le conoció posteriormente como el Kaiser, su voz de como llevar un juego era autoridad y se le respetaba porque sudaba y en serio la camiseta Alemana, no dejaba nada para después minuto 90 y seguía fuerte y firme por eso su apodo, era quien determinaba cuándo atacar, cuándo defender, cuando salir jugando, como salir jugando, es decir completo en toda la extensión de la palabra y sin duda que cuando ganaba mostraba su gusto su alegría siempre respetuosa contra el rival por haberle vencido pero sin burla sin pasarse de la raya, era un caballero en el terreno de juego y tenía tatuada la playera alemana la sentóia era su pasión y lo daba todo por defenderla, así de ese tamaño era el Kaiser, ejemplo para quienes tienen colección de playeras porque les pagan por jugar y lo hacen por negocio no por sentir el fútbol el deporte más bonito del mundo manchado por esos mercenarios de monedas que han hecho del fútbol su negocito, el Kaiser ha muerto pero su legado hoy está más vivo que nunca.