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LA LLEGADA DE LA CANÍCULA A MEDIADOS DEL SIGLO PASADO…

La estrella de SIRIO DE LA CONSTELACIÓN DE CANIS, es un punto que dio origen a lo que los mexicanos conocemos como la Canícula, un fenómeno natural de extremado calor seco debido a que así lo manifiestan los dos hemisferios tanto el norte como el sur.
Eso son cosas de la ciencia y los tecnicismos corresponden a ellos, pero en el vulgo popular del sentir mexicano los laguenses toman un punto y aparte algo muy especial, muchas mujeres de las de antes como decían los abuelos se cuidaban a lo extremo de no llegar a este fecha del año con síntomas de enfermedad durante el embarazo porque lo daban por hecho que les pasaría LE PASO, decían las antiguas comadronas en referencia a un aborto y mala cama como igual decían otras, esas malas camas eran siempre atribuibles a este fenómeno, cosa desde luego con extremas coincidencias encargadas de convencer a quienes tuviesen dudas de la creencia sobre la mentada canícula.
Es más muchos de los viejos sabios existentes todavía en esas décadas, consideraban como un hecho el tener que aguantar los 40 días como se iniciaba o entraba la canícula de tal suerte si esta presentaban algunas lluvias era llovedor el periodo, si hacía viento sería de muchos para todos, y si estaba muy seco como la mayoría de las veces así se irían esos 40 días lo cierto es la forma en como lo manifestaban ante los asustados niños a quienes igual les inventaban ya por cuenta propia uno y mil cuentos sobre lo sucedido años antes desde luego con ese fenómeno.
La riqueza en las creencias de nuestros antepasados tenía para cada época del año sus muy varios cuentos sus muy mejores historias narradas con especial fantasía para los aprendices de adultos y sobre todo amenazante la forma en como se hacía tomar como cierto lo dudoso en algunas veces, todo era cuestión de manejar la mente.
La canícula igual alcanzaba para en determinado momento echarle la culpa cuando repentinamente se presentaba una mala cosecha, raro pero sí había ocasionalmente esos malos momentos, puesto que la gente alcanzaba con lo sembrado a vuelta de año como rezaban los antiguos, esto es con lo sembrado lo «curaban» almacenaban y resistían para comer y vender una parte para esperar el próximo ciclo de siembra, los graneros de quienes con amor cultivaban la tierra eran grandes tenían sus apartados para cada parte de los alimentos, y bien se las ingeniaban para no tener problemas con los roedores tan astutos como otra fauna imperante en esos días prestos para comer gratis de estos lugares.
Sin embargo, lo más especial de estos tiempos eran los rezos y cánticos prevenidos a la mano de las abuelas para rezar en caso de que la cosa se pusiera complicada, porque una vez pasado el riguroso tiempo de esa canícula llegaban las oraciones para pedir un buen temporal para hacer que todo se diera de manera abundante, no está de más el decir como una y otra vez llegaron para recorrer por caminos polvorientos imágenes de santos y patronos del lugar para hacer llover, este ciclo se cumplía es decir llegar la lluvia para las siembras de temporal tan socorridas en esos tiempos las décadas de los 50 y 60, lo demás está en imágenes del pasado en donde se puede apreciar familias enteras comiendo del primer corte los tiernos elotes el gordo caldo de gallina y las tortillas echada por la mañana pero recalentados en un viejo comal de barro o lámina improvisada, esto para esperar una buena cosecha, era la tradición, todo después de pasar la famosa Canícula…

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