(NP).- Felices y elegantísimos, asistieron a la celebración de su matrimonio dos enamorados: KARLA PAOLA y HÉCTOR EMANUEL, mismos que estuvieron acompañados de sus seres queridos y muchos amigos que no se perdieron esta oportunidad, de festejarlos en este acto tan importante de su vida.
Lo anterior tuvo lugar en el templo de Nuestra Señora de La Merced, dignándose presidir la ceremonia el estimado Fray Daniel Prado Reyes quien los condujo hasta el altar, dándoles la bienvenida a todos los asistentes y una muy emotiva homilía a los contrayentes, que se vieron emocionados al momento en que el sacerdote les preguntó, si estaban ahí por su voluntad sin que nada ni nadie los obligara; a lo que tanto Paola como Emanuel contestaron que estaban libremente para contraer matrimonio, por lo que mirándose a los ojos los tortolitos, se prometieron amor para toda la vida y fidelidad mutua en la salud y la enfermedad; y en el nombre de La Santísima Trinidad, el sacerdote los bendijo y declaró marido y mujer, hasta que la muerte los separe.
Un cálido aplauso arrancó de manos de los asistentes a la boda, para los felices recién casados quienes fueron apadrinados por los esposos Arturo Zapatero y Patricia Gómez.
Prosiguió la santa misa con la consagración del pan y del vino, que al convertirse en el Cuerpo de Jesús según nuestra fé y la de los recién casados, éllos recibieron la sagrada comunión, Sacramento de Sacramentos, que los ha fortalecido con su amor y gracias matrimoniales, para que sean felices y se realicen en su nuevo estado de vida al que han sido llamados por el Creador.
Después de terminada la ceremonia, muchas felicitaciones y muestras de cariño fueron recibiendo de sus acompañantes los ahora nuevos esposos, quienes tuvieron una grata fiesta en conocido centro social con música para el baile, rico banquete mexicano, buen vino para el brindis y el tradicional pastel de bodas que no podía faltar, así como muchos regalos de los que bién les quieren.
Cabe mencionar que los aquí se casaron, son hijos de los señores, Cuquita y don Luis, la novia; Lupita y José Abelardo, el novio, mismos que se vieron muy emocionados porque sus vástagos ya han formado su propia familia y los encomendaron a la protección de Dios Nuestro Señor.
¡QUE EL AMOR DURE TODA LA VIDA PARA LA FELIZ PAREJA!