(NP).- Hace veinticinco años, que dos jóvenes enamorados llegaron hasta el altar de Dios en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, aceptándose mutuamente y prometiéndose también: “amarse y respetarse todos los días de su vida, ser fieles en la salud y la enfermedad”, por lo que fueron declarados marido y mujer hasta que la muerte los separe, por el sacerdote don José Guadalupe Vázquez, que estaba como vicario en la Parroquia de Nuestra Señora de La Asunción, por aquellos días.
Y hoy, a un cuarto de siglo de aquel acontecimiento que celebraron los estimados esposos Lupita Rangel Jiménez y don Gustavo López Rodríguez, llegaron nuevamente hasta el altar para darle gracias al Creador por su vida juntos, por sus hijos que les ha dado y por la dicha que han disfrutado juntos, e igualmente, también por los altibajos que no se pueden evitar en una relación de matrimonio, pero que con la ayuda del que los unió y con la fuerza de su amor, han podido rebasarlos y salir adelante.
Y hoy los tenemos como una ejemplar familia y muy felices con sus hijos: Gustavo Antonio, Jéssica Guadalupe y María Alejandra.
En esta ocasión vino a presidir la ceremonia, el muy estimado sacerdote laguense, don Juan José Aguayo Rodríguez, del cual sus padres Juanita Rodríguez y don José Aguayo, fueron los padrinos de bodas de los felices esposos “López Rangel”.
Luego de un bello sermón del sacerdote a la feliz familia, los esposos Lupita y don Gustavo renovaron sus votos matrimoniales, de lo que hoy sus hijos sí fueron testigos al igual que todos los invitados entre los que hubo familiares y amigos, quienes los encomendaron a la protección del Altísimo para que sigan siendo felices y vean a los hijos de sus hijos, hasta la tercera o cuarta generación.
Una vez que terminó la ceremonia con la comunión con Cristo Jesús, los esposos fueron felicitados por toda su comitiva con cálidos abrazos y muchos buenos deseos; luego partieron a conocido centro social donde se festejó en grande con rico banquete mexicano a base de lechón, refrescantes bebidas para el brindis y buen vino, sin faltar la música de mariachi, grupo norteño y sonido para el baile, al que los emocionados festejados dieron inicio con un bonito vals, siguiendo luego todos los que los acompañaron y les hicieron la fiesta entregándoles regalos y más abrazos y más buenos deseos de que sigan siendo felices por el resto de su vida.
Y así, hoy nos damos cuenta que la humanidad está salvada, con el ejemplo de los padres en el seno de las familias cristianas de nuestra sociedad; y que como esta bonita familia también nos dejan admirados con su vida que la han sabido llevar con rectitud, y para muestra ahí están los hijos que son personas de bién, por lo que les deseamos desde Noticias de la Provincia: ¡MIL FELICIDADES FAMILIA LÓPEZ RANGEL!