(NP).- En ceremonia celebrada a las 17.00 horas, unieron sus vidas delante de Dios los estimados jóvenes: Johana Carolina y Mauricio quienes se vieron muy contentos en este acto de amor entre ellos y su Creador.
Lo anterior, en el templo de Nuestra Señora de La Merced, donde se reunieron sus papás don Ismael Plascencia y María del Rocío Maravillas, por la novia; don Arturo Muñoz y María Asunción Martínez, por el novio, los cuales hicieron entrega de sus hijos a su respectiva pareja, en presencia de familiares y amigos invitados que los acompañaron.
Se dignó recibirlos y conducirlos al interior del templo, el estimado sacerdote Fray Guillermo Alvarado, el cual luego de una cálida bienvenida comenzó la santa misa en la que no faltó el emotivo mensaje para los contrayentes, los cuales atentos escucharon cada palabra a éllos dirigida, para luego el ministro preguntarles si estaban ahí libremente sin que nadie los obligara, para celebrar su matrimonio; a lo que los emocionados novios contestaron que, estaban libremente y se prometieron amarse y respetarse todos los días de su vida; ser fieles en la salud y la enfermedad, por lo que recibieron la bendición a su amor de parte de Dios, y el sacerdote les recordó, que lo que Dios acababa de unir, “que nó lo separe el hombre”.
Enseguida los recién casados se entregaron anillos como símbolo de fidelidad mutua, y Mauricio le entregó arras a su amada, en señal de que nada le faltará en su nuevo hogar.
Prosiguió la santa misa en la que comulgaron del Banquete Divino los felices nuevos esposos, mismos que fueron apadrinados con el lazo por los también esposos, José Cruz Maravillas y María Patricia González.
Terminada la ceremonia, felicitaciones y muchos abrazos recibieron CARO y MAU de todos sus acompañantes; después partieron todos a conocido centro social donde tuvo lugar la gran fiesta con música de sonido, mariachi y banda, así como el tradicional banquete mexicano que 400 invitados degustaron, brindando por la dicha de los tortolitos que al fin vieron realizado su sueño de amor; y recibieron también muchos regalos para su nuevo hogar.
Finalmente, luego de todo esto, partieron su gran pastel de bodas, siguiendo con la fiesta hasta las tantas de la noche, pues la ocasión lo ameritó.
¡ENHORABUENA A LOS RECIÉN CASADOS!