(NP).- En el templo de Nuestra Señora de Guadalupe, se juraron amor para toda la vida los estimados jóvenes, ANA ROSA y LUIS FERNANDO, mismos que lucieron felices y enamorados a la hora de su entrada al recinto sagrado, presididos por el sacerdote don Miguel Agustín Gaytán Chico, quien fue testigo de parte de Dios, de las promesas que ambos contrayentes se hicieron en el altar, por lo que los bendijo en el nombre de La Santísima Trinidad y los declaró marido y mujer, hasta que la muerte los separe.
Estuvieron acompañando a la feliz pareja, sus padres don Sergio y Ana Rosa por la novia; don Luis Fernando y la señora Elizabeth por el novio; mismos que vieron con agrado este enlace matrimonial de sus hijos, ya que no pierden un hijo, sino ganan otro, viendo así que su familia crece…
Los familiares y amistades presentes en esta ceremonia, los encomendaron a la protección divina de Nuestro Señor, para que alcancen la felicidad en su nuevo hogar como la nueva familia cristiana que son.
Sus padrinos fueron los esposos, Ana María Zúñiga y don Pedro López, quienes con gusto aceptaron la invitación para este acto de amor en el que hoy comienza una nueva historia de amor estos dos seres, la cual queremos y deseamos que sea para siempre como lo manifestaron en su aceptación mutua.
Una vez que terminó la celebración del rito del matrimonio, la misa continuó y el sacerdote consagró pan y vino para que los recién casados comulgaran el cuerpo y la sangre de Cristo Jesús, quien se dio como alimento que da vida, y vida en abundancia.
Terminada la misa, las felicitaciones y muestras de cariño no se hicieron esperar para los recién casados de sus acompañantes; después pasaron todos a conocido centro social donde tuvo lugar la bonita fiesta con música de sonido y grupo para el baile el cual comenzó con un bonito vals; y hubo también el tradicional banquete mexicano para más de 200 comensales que brindaron por la dicha de estos dos tortolitos que se vieron muy emocionados y amorosos en este día en el que siempre habrá un antes y un después, y que será mucho mejor el después para ellos.
No faltaron los regalos para su nuevo hogar, de los que bién les quieren, y también los quieren verlos felices y realizados.
¡ENHORABUENA FAMILIA BONITA!