DAYANA GUADALUPE PÉREZ CEDILLO, ISMAEL GUADALUPE HERNÁNDEZ MUÑOZ Y SEBASTIÁN GONZÁLEZ HERRERA, TUVIERON SU FIESTA DE TRES AÑOS

(NP).- Luego de haber sido bendecidos en el templo de Nuestra Señora de La Asunción y dar gracias a Dios por la vida de sus niños, tres familias tuvieron grandiosa fiesta en diferentes centros sociales y hasta en su hogar, para festejarles su tercer año de vida.
Ya que Dayana Guadalupe, Ismael Guadalupe y Sebastián, fueron los que en grupo fueron presentados al templo por el ministro de Dios, el cual los bendijo y los encomendó a la protección divina, en este día en el que sus papás les festejaron que hace tres años llegaron a su vida y por eso la fiesta.
La niña Dayana Guadalupe Pérez Cedillo es hija de los esposos, don Sergio y Brenda, los que invitaron como madrina en esta ceremonia a Paola Espinoza; y una vez que cumplieron con esta tradición, partieron a su hogar donde el festejo fue en grande con deliciosa comida mexicana para muchos invitados; y hubo juegos, bolos, piñatas, música alegría y regalos, así como rico pastel que partió la festejada y pasó su día muy contenta, entre los que bién la quieren.
Ismael Guadalupe Hernández Muñoz, fue otro de los festejados y es hijo de los esposos José Ramón y Sandra Janet, fungiendo como madrina Lolita Hernández. Ellos festejaron en conocido centro social con toda su familia e invitados que llenaron el lugar en el que se degustó el rico banquete a base de carnitas, con arroz, frijoles, salsitas, frijolitos y refrescantes bebidas para los adultos, los que también disfrutaron de esta fiesta para niños, y le llevaron regalos a Ismael, quien se divirtió con los niños y recibió abrazos de los asistentes, disfrutando de su bonita fiesta en la que no faltó la música y el pastel.
Sebastián González Herrera. El cual es hijo de los esposos Diana Gabriela y Víctor Hugo González, llenándose el salón de invitados que buscaron al del cumpleaños para felicitarlo y entregarle bonitos regalos; y los anfitriones ya tenían lista la comida que fue espagueti, pollo adobado, refrescos y ricas aguas frescas para todos los gustos. No faltó la música de sonido para alegrar al festejado al cual le cantaron las mañanitas y también le dieron muchos abrazos deseándole mucho amor para el resto de su vida, y hubo el rico pastel de cumpleaños que partió Sebas y lo compartió con todos los ahí reunidos.
Y así es cada fin de semana en nuestra sociedad laguense y creo que mexicana; pues mientras toda la semana nos sobamos la espalda para ganar nuestro pan de cada día, al mismo tiempo se van guardando algunos pesitos para hacer alguna fiestecita cuando tenemos a un menor en casa al que hay que festejarle sobre todo un cumpleaños, o la fiesta de quince a una jovencita, que ¡la festejamos, o la festejamos! si no, que dirá la presidencia, dijeran mis amigas, que en paz descansen.