(NP).- Ante el cúmulo de violaciones a la Ley de vialidad, ante las pobres condiciones en las que circulan algunas muy viejas unidades, ante la muy lamentable actuación de vialidad del estado que cierra los ojos por las modificaciones de rutas en Lagos, a gusto de los choferes sobre todo cuando se les hace tarde se hace imperativo ya el aplicar una revisión a fondo sobre los permisos de los concesionarios para poner en orden a las diferentes líneas en la ciudad que siguen haciendo de las suyas y que no hay quien los meta en cintura.
Deberá ser la autoridad municipal quien determine las condiciones de circulación de las diferentes rutas, muchas de las cuales tienen unidades verdaderamente obsoletas, como el caso de la Línea San Miguel y Preparatoria, que siguen representando un serio riesgo entre la comunidad, porque donde quiera se descomponen aparte de que algunos de sus choferes suelen ser poco educados en su trabajo.