(NP).- De muchos temas nos da que hablar la Guerra Cristera que se suscitó de 1926 a 1929, involucrándose gente de toda la región de los Altos de Jalisco, personajes que hicieron historia tanto del gobierno como de los alzados en armas.
Hoy nos toca comentar algo sobre la vida del Presbítero Julio Álvarez Mendoza, quien fue Sacerdote de la localidad de Mechoacanejo perteneciente al municipio de Teocaltiche.
San Julio Álvarez nació en la ciudad de Guadalajara, Jalisco el 20 de diciembre de 1866, en el seno de una familia pobre, aprendiendo el oficio de sastre para ayudar en la manutención de su casa.
Gracias a su gran responsabilidad en los estudios y al apoyo de varios bienhechores Julio ingresó al Seminario Conciliar de Guadalajara a los 14 años de edad.
Cuando estaba por cumplir los 28 años de edad, su arzobispo don Pedro Loza y Pardavé, lo ordenó Presbítero el 2 de diciembre de 1894, y una semana después lo envió a su primer y único destino una pequeña capilla ubicada en el poblado de Mechoacanejo, que más tarde sería eleva parroquia.
En 1926 cuando se desencadenó la guerra de los cristeros, San Julio decidió permanecer en su iglesia y atender desde la clandestinidad a sus feligreses.
El día 26 de marzo San Julio Álvarez, fue capturado junto con dos jóvenes, mientras se dirigían a un rancho a celebrar misa, inmediatamente fueron enviados a la prisión de San Julián, donde el padre fue sometido a varias torturas.
El 30 de marzo lo llevan al paredón y sabiendo que iba a morir le dijo al capitán de mando “Bien ya sabía que tenían que matarme porque soy sacerdote; cumpla usted la orden solo le suplico me concedan hablar tres palabras: Voy a morir inocente porque no he hecho ningún mal. Mi delito es ser ministro de Dios. Yo les perdono a ustedes; solo les ruego que no maten a los muchachos porque son inocentes, nada deben”.
Después de esto recibió una descarga y cayó muerto, el cadáver fue recuperado de un basural por fieles que lo sepultaron en la parroquia de San Julián.
Años más tarde sus restos fueron trasladados a Mechoacanejo, los lugares de su prisión, martirio y sepultura son lugares de visita de muchos peregrinos que van a rezar a este ejemplar sacerdote.
San Julio Álvarez Mendoza, fue canonizado por el Papa Juan Pablo Segundo en el año 2000 y su fiesta es el 30 de marzo.
Fuente: Ruta Cristera en los Altos de Jalisco.
Píldoras de Fe.
SAN JULIO ÁLVAREZ MÁRTIR CRISTERO EN MECHOACANEJO
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