(NP).- Las Fiestas de Primavera del Progreso de Lagos en el año 1905, fueron para Inaugurar una serie de obras públicas en beneficio de los habitantes de esta población y en las que participaron autoridades estatales y municipales, y que aún existen algunos recuerdos de esas obras como las Bancas del Jardín Principal.
En un estupendo trabajo de investigación el escritor nativo de Lagos de Moreno, Fortino Villalobos Zarazúa, nos lleva a revivir esos momentos de gran algarabía para la gente de Lagos en una narrativa que pareciera que estuvimos ahí.
Las Fiestas de Primavera del Progreso de Lagos en 1905.
Las Fiestas de Primavera de 1905 en que se celebraron en esta ciudad, a principios de ese siglo pasado, por el motivo de las importantes mejoras materiales que se habían hecho en el centro de Lagos.
Siendo ese viernes 5 de mayo, en que se inauguraron las obras del mercado “Miguel Ahumada”, la de calzada “Pedro Moreno” y las realizadas en la Plaza Principal.
Tales mejoras se emprendieron bajo periodo del gobierno del gobernador de Jalisco, coronel Miguel Ahumada Saucedo y del entonces jefe político recién llegado a este segundo cantón, don Margarito González Rubio.
Los cuales estuvieron presentes con invitados para presidir las notables obras realizadas en Lagos.
Dando la bienvenida a los ilustres huéspedes, “habló el poeta y escritor Rafael de Alba, citando lo siguiente: “Me hallo también en este sitio porque deseaba ardientemente una ocasión de manifestar en público mi cariño hacia esta tierra con sangre de mártires urgida y celebrada en cantos de poetas, a la ciudad gentil de Moreno y Rosas. Deseaba, con frases de amor, pagar el tesoro de dulces recuerdos de infancia que a Lagos debí, y que ha sido bálsamo de mis horas de tristeza y soplo reconfortarte de fe y de esperanza en las de duda y desaliento…”
En la inauguración de la calzada Pedro Moreno, el discurso corrió a cargo del profesor don Alfonso G. Mata, “Jóvenes: la historia es la luz de la verdad y no podemos permanecer fríos e ignorantes ante sus enseñanzas. Hay una generación más sublime y más útil que la del cuerpo: la gloriosa generación del pensamiento y de la buena acción. El que escribe un libro, el que planta un arbolillo cuyo fruto no verá jamás, el misionero que arroja la semilla de la palabra en las inteligencias y civiliza a las naciones, el que derrama sobre las heridas de sus semejantes vino y aceite, el que muere del saber, la del valor y de las virtudes… Y ¿Qué ha hecho en Jalisco el coronel don Miguel Ahumada? ¡Ah, señores! El podría decirnos con Augusto César: “Jaliscienses, vosotros me habéis entregado un estado en ruinas y yo os lo he devuelto hermoso…”
En la apertura de una exposición agrícola-industrial, en el liceo del Padre Guerra, pronunció un discurso el director del mismo, doctor Alejandro Martín del Campo.
En las mejoras realizadas en la Plaza Principal, le correspondió el turno al poeta don Francisco González León, narrándolo así: “Tu mismo, reciento que soportas el peso de mi nulidad, tú mismo, con tu nombre colonial de Plaza de Armas, recordando los tiempos virreinales, aquellos de la “queda” y el arcabuz, eres algo como una de sus raíces adventicias que preparaba la floración de tu nuevo pavimento, de tu ferrado mueblaje, de los arabescos de tu quiosco y del musgo de tus parterres…
Perderá la poesía romántica, pero ganará la comodidad: y el tradicional sereno que hiriendo tus baldosas con la cantonera de su chuzo, y que como un reloj ambulante anunciaba el tiempo y la hora, alumbrándote con la mortecina flama de su linterna alimentada con manteca en torcida, es ahora un tipo que se esfuma en los ortos del progreso. Pronto una nueva luz parpadeará sus efluvios eléctricos, bajo tus cristalinos fanales y cantará tu engrandecimiento en estrofas de topacio. ¡Hoy es la fiesta del Progreso!”
En la inauguración del mercado Miguel Ahumada, el poeta don José Becerra, declamó así: “¡Nuestro destino avanza por senderos triunfales, y con paso seguro! ¡Nuestra gloria, ayer sólo floración de esperanza, hoy es fruto de Otoño, fruto rico y maduro!” (Alfonso de Alba)
Al mediodía de este viernes “se sirvió en el mercado un banquete de 70 cubiertos, ofrecido al Sr. gobernador en elegante brindis, en el que estaba presente el sabio Dr. D. Agustín Rivera, por el Lic. Benjamín Zermeño. En el brindis pronunciado por este último en nombre de los vecinos de la población, felicitando al jefe del Estado por los progresos obtenidos durante su administración y por las mejoras realizadas en un periodo de tiempo relativamente corto; fue contestado por el primero (Miguel Ahumada) en términos muy significativos, en los cuales manifestaba sus especiales simpatías por los hijos de Lagos, considerándolo como lugar privilegiado en el orden intelectual y en la esfera del patriotismo. Dijo que no sólo por las luchas por la patria había dado aquel pueblo hijos esclarecidos como Pedro Moreno, sino que para la causa de la moral pública y de la educación, también había ofrecido un contingente de alto merito, contingente cuya actividad había sido palpable en toda la República y que aun alentaba, simbolizando en su respetabilidad por aquella cabeza venerable de un doctor tan sabio como humilde, tan laborioso como respetable, tan selecta como fiel a sus doctrinas científicas y políticas.
Y que tal conjunto de virtudes era más apreciable y más valiosos sí se consideraba que la abrumadora carga de ochenta años, gravitando sobre aquel célebre privilegiado,no impedían la vivacidad de percepción, el entusiasmo para emprender una obra, la debida intensión de no descansar, de no vacilar un punto, de no doblegarse al achaque, y tomar aun con la mano ya casi temblorosa, la pluma que ha de escribir los “Anales”; volumen ya concluido y que será un legado más de su talento para la historia mexicana.
Dijo para concluir el Sr. gobernador, que si tal como ahora había encontrado en Lagos ciudadanos animados y entusiastas para emprender las obras de utilidad públicas y que ya veía terminadas, encontrará mañana quien para la noble figura del buen sabio iniciase la erección de un monumento de gratitud hacia su labor sana, él sería quien primero prestara su ayuda y quien primero aplaudiría la iniciativa de tan elevado pensamiento…” Prolongados aplausos siguieron a estas palabras.
Escuchó conmovido el Dr. Rivera aquel elogio sellado por la ovación y los “vivas” del pueblo que ingenuamente lo admira, y terminó así el banquete.
Quien también brindó con entusiasmo. Todos los comensales aclamaron al ilustre anciano y fueron propuestos brindis en honor suyo. Habiendo sido en nuestro concepto el mejor número de las fiestas, tal como lo expresó el periódico de la capital de Jalisco, “El Heraldo” el día 14 del citado mes.” (“El contemporáneo”)
Sobre el mercado Ahumada: Ya que precisamente en el año de 1903 (entre junio o julio), “los señores ingenieros Moza y López de Lara remitieron un escrito al ayuntamiento municipal, junto con el plano y el presupuesto del mercado que será ha de edificar en esta ciudad, -anunciando además- que su importe es desde 11,500 pesos poniendo este ayuntamiento el muro de mampostería que lo ha de circundar, que el de aprobarse que de acuerdo con la junta de mejoras materiales.”
Siendo precisamente “un 22 de febrero del año de 1904 a las 10 horas cuando se le colocó la primera piedra en esta área de plaza menor de comercio que era ya conocida como tianguis desde el siglo pasado.”
Sobre la construcción de la Calzada: Se dice que por la remodelación del jardín o plaza principal, se aprovechó algo del material que lo comprendía anteriormente, entre ellas piezas de cantera, los cuales estaban hechas las antiguas bancas; farolas, pisos, etc. Para así acondicionar todo este paseo por donde transitaba el medio de transporte conocido como tranvía de mulitas.
El Jardín principal quedó con semejanza de la fisonomía que tenía la Plaza de Armas de la ciudad de Guadalajara, es decir, con secciones o pasillos dividas con bancas de fierro, jardineras, alumbrado y piso.
Fuentes:
*Alfonso de Alba. Antonio Moreno y Oviedo y la generación de 1903. (1949) Biblioteca de Autores Laguenses. México. D.F., Naranjo 155. Tomo X, pps. 127, 128 y 129 *El Contemporáneo. (1906). “El Sr. Dr. Agustín Rivera. LXXXII aniversario de su natalicio.”, por Félix L. Maldonado, Guadalajara, ensayo del 28 de febrero de 1906. Diario de la tarde de San Luis Potosí del 06 de marzo. Hemeroteca Nacional Digital de México., en: www.hndm.unam.mx/consulta/ *Fondo del Ayuntamiento de Lagos, Expedientes (1903 y 1904). AHML.
*Imágenes, recuperadas en vía internet, créditos a quien corresponda; y del hemeroteca del Periódico «Provincia», en AHML. (Plaza Principal de Lagos)
LAS FIESTAS DE PRIMAVERA DEL PROGRESO DE LAGOS EN 1905
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