(NP).- Lo que antaño fue una de las más bonitas tradiciones dentro de las festividades agostinas, en la actualidad se tiene ahora como un punto casi por desaparecer, aunque algunas familias siguen acudiendo justo al final de las fiestas a comer en lo que es el camino a Santa Elena, punto de reunión de gran cantidad de Laguenses todavía hasta pasados algunos años después del dos mil, pero hoy por hoy poco a poco dicha tradición está casi muerta, ni esperanzas de tener las aglomeraciones que se tenían hace años muchos años.
Y es que en lo del festejo de Agosto era tradición muy marcada mandar a alguien desde temprano para de cierta manera apartar lugar para posteriormente llegar las amas de casa mandil ya puesto y fogones de aluminio con carbón listos para activarse y terminar de hacer ahí los alimentos, muchas veces el tradicional mole poblano o de arroz.
Los muchos puntos de venta de cerveza eran permisibles porque la gente sabía comportarse salvo sus honrosas excepciones y claro está los llamados periquitos eran cosas obligada para familias muy numerosas, ahí en eso estaba el gusto por ir al paseo o coleadero que le llamaba tradicionalmente la gente.
El derruir al Lienzo Charro trajo el primero y duro golpe luego fue el crecimiento de la población y finalmente la reunión en el Lienzo Charro Santa María en donde en lugar de tenerlo para charreadas se comenzó con bailes y finalmente los llamados antros en donde ya se consume bebida cualquier día y a todas horas, hoy por hoy todo lo que un día fue tradición es parte de la nostalgia de un tiempo consumido y heredado sólo por recuerdos, porque en realidad del cúmulo de gente que antes acudía a Santa Elena hoy son pocos los que conservan dicha tradición y a punto de morir.