(NP).- Nunca fue partidiario de los grandes lujos, y esto desde luego lo supo llevar hasta su muerte, su despedida fue algo muy sencillo, los amigos, los de verdad los reales con los cuales contó se presentaron para despedirle, para decirle adiós y muchas gracias por el honor de haber compartido esa parte de vida en donde la sonrisa aún en los temas más álgidos eran parte de su cotidiana forma de ser.
Ticho Tiliches, se hizo famoso en sus clases lo mismo que los dibujos muy singulares con los cuales en dos círculos y cuatro rayas mal trazadas daban vida a lo informal para comunicar, eso en lo cual había trabajado preparado y durante días anteriores, jamás improvisó una sola de sus clases, y eso lo volvió diferente, se volvía en cada institución educativa inolvidable, porque entendía el ser y de cada alumnos, eso como maestro, y en el periodismo, bueno…
Ahí con la elegancia del sarcasmo, mencionaba, el Presidente Obama está muy preocupado porque tal o cual pasquín ha dado a conocer tal o cual crítica y luego soltaba la carcajada, y seguía en su labor, esa lograda en base a la experiencia, y en donde tuvo la capacidad para estar en todos los niveles, desde la cobertura de figuras presidenciales, iniciando con Luis Echeverría en donde por esos lares del periodismo tuvo amistad real con el hijo del primer mandatario, es decir cuando el profesor andaba ya en la gira presidencial en todo el mundo, algunos de los aprendices que luego lo criticaban «porque no sabía escribir», aún estaban en pañales y otros ni nacían.
Desde luego tenía una salida muy particular, para no enredarse en esos comentarios tan ligeros y tan llenos de vacio de esas mentes cuya forma de juzgarle igual era ligera y sin un conocimiento real sobre de quien era el profesor, luego comentaba: «por prescripción médica, no escucho ni leo tal o cual programa tal o cual pasquín», y nuevamente la risa.
Llegó a ocupar cargos muy importantes, pero luego entendía el miedo y contubernio de quienes gobernaban y regresaba a su casa al Informador de Guadalajara ahí en donde en había pasado grandes momentos con sus compañeros de talacha como se dice en el argot periodístico, y en donde otros dos grandes de la redacción eran en conjunto un trío al cual le tenían distancia los políticos sobre todo esos cuya poca visión y capacidad acompañaba a torpes decisiones.
Nacido en 1945 dentro de una familia católica, Sergio Ignacio cursó estudios primarios primero en Lagos y luego en San Juan de los Lagos, con alto intelecto su preparación le alcanzó para dos carreras una la vocación de enseñar y la otra la idea de señalar las equivocaciones y barbaridades de los políticos.
Estudio periodismo en la escuela Carlos Septién García en donde igual fue mentor, dentro de su carrera fue reportero de Excelsior, en Jalisco fue igual reportero de el Informador, co fundador del extintó Diario de Jalisco, reportero de base del Occidental, y redactor de los servicios Informativos de Radio y Televisión de Jalisco, aparte de colaborar en medios regionales y locales.
Como profesor impartió clase en la escuela de periodismo nacional Carlos Septién el referente de los buenos periodistas a nivel nacional, en la Universidad del Valle de Atemajac, en el seminario Diocesano de San Juan de los Lagos y el Instituto Orozco y Jiménez de Lagos de Moreno y San Julián.
Las escuelas primarias fueron igual parte de su enseñanza y en todo momento disfrutó de amabas profesiones.
Como funcionario público fue director de comunicación social del SNTE a nivel Nacional y a nivel Estatal, igual fue director de comunicación social del primero gobierno de oposición en Jalisco con Alberto Cárdenas Jiménez, y jefe de comunicación social apenas en la pasada administración laguense.
Poseedor del don de escribir, nunca dejó de enseñar a quien así lo quiso, entregó todo lo material por voluntad propia a la caridad, enfrentó con serenidad su enfermedad, y reunió en su funeral a sus amigos a los leales a los de verdad, y se despidió en silencio, con la tranquilidad de un deber cumplido en sus 73 años de vida.
Hace un año el Creador lo llamó a cuentas y él acudió sonriente, en paz, en la dulce agonía de saber habrá de encontrar allá en donde esté más amigos, más compañeros más gente sencilla como él con la cual coincidirá en otro espacio en otro tiempo en otro lugar, y en tanto, profe, solo resta recordar los buenos momentos y la forma tan especial de vivir la vida que se te fue apenas hace un año, Descansa en Paz y hasta siempre Sergio Ignacio…
