NOVIEMBRE UNDÉCIMO MES DEL AÑO DE LO CIVIL (DEL LATIN NOVEMBRIS).

Tiene 30 días era el noveno mes del año romano que comenzaba con Marzo, su piedra simbólica es el Topacio.
En nuestra región, es el mes en el que empieza el invierno y el de las cosechas, antiguamente los agricultores esperaban la caída de la primera helada para sacar el camote y las jícamas decías que si no se quemaba con el hielo de la hierba estos no estaban en su punto.
Noviembre también es el mes que sazona los maizales así lo dice el poeta Manuel José Otón: «Los viñedos seca Octubre, y Noviembre los maizales».
En los pasados años todas las alquerias se miraban rodeadas de «monos» de rastrojo en los que secaban las gordas mazoras que eran pizcadas hasta el mes de Febrero, cuando el maíz estaba completamente seco.
Actualmente la mayor parte de la cosecha del maíz es molida junto con la caña fresca y convertida en pastura para el ganado lechero, que la transforma en líquidos lácteos, simplificado el antes laborioso proceso que seguían los agricultores para levantar la cosecha del maíz que desde tiempos prehispánicos ha sido el principal alimento del pueblo mexicano.
Además de ser el mes que la Iglesia ha dedicado a rogar por las ánimas del purgatorio, también hay fiestas alegres como lo es la de Santa Cecilia Mártir patrona de los filarmónicos, lo que quiere decir que no solo de los músicos sino de todos los que gustamos oír la música según la etimología de tal palabra, filarmónico es el amigo de la armonía musical.
De esta santa patrona de la música se dice que fue de los primeros mártires del cristianismo, fue invidente y tocaba el salterio, en las ceremonias que celebraban los primeros cristianos en las catacumbas de Roma. En últimas fechas parece ser que hay dudas sobre las existencia de Santa Cecilia, como con la de San Jorge que durante siglos fue el patrón principal nada menos que de Inglaterra, y ahora lo han quitado del santoral.
En nuestra ciudad siguen venerando a esta santa doncellla en el templo de San Felipe de Jesús, ahí está la pequeña escultura de dicha Santa, la cual está tocando un órgano tubular.
Año con año, los músicos laguenses que son muchos, le rinden homenaje tocando gratuitamente frente a dicho templo todo el día. Recordamos aquellas orquestas en que tocaban los conocidos José Wario, Venancio, Pepe Aldana, (éste solamente tal día tocaba en la calle), él era muy especial y solo tocaba en salones, en esos años había cerca de cien hombres que se dedicaban a tan delicado arte, en la actualidad deben de ser miles los que de un modo y otro gustan de tocar algún instrumento.
Fue cuando el padre Enrique Luna era capellán de San Felipe que se empezó a venerar a Santa Cecilia con mucho entusiasmo, ahora que hemos hablado de los hombres que se dedicaron a la música, no es fuera de lugar decir, unas palabras acerca del distinguido laguense, señor Catarino Mejía que hace unos días desapareció físicamente de nuestra comunidad pero sigue siendo recordado por quienes tuvimos amistad con tan buen amigo. Don Catarino, fue lo mismo un maestro en carpintería que en la música y el canto religioso, tocaba el armonio y cantaba los misterios del rosario y las misas que eran celebradas en días de fiesta, en la familia Mejía siempre ha habido buenas voces un hermano de don Catarino llamado Félix no sabemos si aún vive, fue un cantante de renombre, lo oíamos cantar varias veces en el teatro Rosas Moreno y era muy aplaudido.
Con motivo del fallecimiento del don Catarino hubo en el templo parroquial una solemne misa de cuerpo presente en la que cantaron las mejores voces de Lagos, sobresaliendo la de un hijo del fallecido. Así nos lo comentó una persona de amplios conocimientos del bel canto, justo homenaje a quien durante su fecunda vida sobresalió en las artes ya mencionadas, descanse en paz el artista y el amigo don Catarino Mejía…