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viernes, mayo 3, 2024
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LA GUERRA CRISTERA Y MARTIN DÍAZ

(NP).- Algunos jóvenes me preguntaban en días pasados sobre el tema de la guerra Cristera, porque se inició y quién fue Martín Díaz, porque una avenida de la colonia Cañada de Ricos, lleva su nombre.
Nos metimos un poco a la historia sobre esta guerra y encontramos que es muy interesante y muy extenso el tema, ya que dicha lucha dejo más de 250 mil muertos, de 1926 a 1929, entre civiles y del Ejército Mexicano.
Este conflicto armado en México se llevó tres años, entre el Gobierno y milicias de laicos, presbíteros y religiosos católicos que se resistían a la aplicación de la llamada Ley Calles la cual proponía limitar y controlar el culto católico en la nación.
La Constitución mexicana de 1917 establecía una política que negaba la personalidad jurídica a las iglesias, prohibía la participación del clero en política, privaba a las iglesias del derecho a poseer bienes raíces e impedía el culto público fuera de los templos.
Hay que mencionar que la Ley Calles fue una modificación al Código Penal en 1926 por el presidente Plutarco Elías Calles, para limitar las manifestaciones religiosas con el fin de contar con instrumentos más precisos para ejercer los controles que la Constitución de 1917 estableció en el artículo 130 como parte del modelo de sujeción de las Iglesias al Estado.
Estos instrumentos buscaban limitar o suprimir la participación de las iglesias en general en la vida pública, pero dadas algunas características de la legislación, en algunos estados se llegaron a establecer leyes que obligaban a que los ministros de culto fueran personas casadas y se prohibía la existencia de comunidades religiosas, además de limitar el culto religioso únicamente a las iglesias, así como prohibir el uso de hábitos fuera de los recintos religiosos.
En esta guerra hubo cruentas batallas en diversos puntos del país entre las que se mencionan en la historia, el combate de Martín Díaz en la Mesa Redonda contra los federales.
Martín Díaz Ramírez.
Para los jóvenes que preguntaron sobre este Cristero tomó las armas y se unió al grupo del Padre Pedroza, tras la amnistía y viendo que varios cristeros eran asesinados y que se intensificaba la persecución volvió a tomar las armas con un grupo de Cristeros.
Cuenta la historia.
Que entre cruentas batallas de soldados federales y un grupo de cristeros acaudillados por Martín Díaz y Pánfilo Limón en la mesa redonda murieron un gran número de hombres que lucharon durante dos días.
El 21 y 22 de octubre de 1935, durante estos dos días se desarrollaron los combates entre los Cristeros y Soldados en la mesa redonda en Lagos de Moreno, por lo que el día 23 de octubre tras el combate el presidente municipal Manuel Camarena, informa al gobernador Everardo Topete “Tengo la honra de poner en el superior conocimiento de usted que ayer (22) como a las 16 horas fueron traídos a esta ciudad, 24 cadáveres de los rebeldes que se encontraban posesionados en el cerro denominado “Mesa redonda” de este municipio y que fueron abatidos por fuerzas federales.
Entre los cadáveres mencionados fueron identificados los de los cabecillas Martín Díaz, Pánfilo Limón y Armando Villalobos, que eran quienes con su gente merodeaba constantemente por estos contornos”.
Otro informe del 24 de octubre al primer mandatario estatal dice “Tengo la honra de hacer del superior conocimiento de usted, que durante las 24 horas anteriores a la fecha fueron inhumados en el panteón municipal de la localidad, un subteniente y tres soldados del ejército nacional pertenecientes al 4° Batallón. Atentamente Manuel Camarena”.
Por otra parte la secretaría de guerra y Marina da a conocer el parte de novedades que rindió el general Antonio A. Guerrero, comandante de la 15a zona Militar por este estado de Jalisco, acerca del combate en la Mesa Redonda; a las primeras horas fueron sitiadas en sus magníficas posiciones los rebeldes encabezados por Martín Díaz y Pánfilo Limón.
El combate duró quince horas, de las tres de la tarde a las seis y media de la mañana. Los hombres capitaneados por Martín Díaz y Pánfilo Limón, eran unos cincuenta, en la acción participaron el 4° Batallón de infantería y el 38 regimiento de Caballería, a las órdenes de los generales Juan M. Celis Campos y José Tafoya Caballero, así como la escuadrilla del segundo regimiento aéreo comandado por el capitán segundo Bernardo Hermosillo.
Los sublevados estaban posesionados de un cerro estratégico, inexpugnable y las fuerzas federales tuvieron que desarrollar un movimiento envolvente peligroso, pues los rebeldes podían observar con claridad todas las maniobras y el avance de las tropas, que presentaban un blanco perfecto.
Después del combate se recogieron 26 alzados muertos, 28 carabinas y fusiles de diversos calibres, 309 cartuchos, recogiéndose 28 caballos ensillados y matándoles 24.
Además perecieron de las fuerzas federales, un sargento, dos soldados, resultando 8 heridos. Antes de iniciar el fuego los generales Celis Campos y Tafoya Caballero, pidieron refuerzos a la general Guerrero que se encontraba en los Altos, aunque el propio general se dirigió a Mesa Redonda (con el 27 reg) a marcha forzada, cuando llegó aquel lugar las tropas se habían posesionado del cerro después de que los fugitivos se remontaron a la sierra”.
Fuentes Wikipedia, Archivo Histórico de Lagos de Moreno, entre otras publicaciones sobre el tema.

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