EL HOMBRE Y LOS CAMBIOS CLIMÁTICOS…

Entre los años 600 y 100 mil antes de nuestra era, nuestro planeta sufrió una serie de cambios climáticos llamadaos glaciaciones, consistentes en enfriamientos o descensos de la temperatura que provocaron la expansión de las capas de hielo polar conocidas como glaciares.
Los glaciares cubrieron extensas áreas, el frío de los polos se extendió hasta alcanzar buena parte del norte de Europa, Asia y América.
Los glaciares son enormes acumulaciones de nieve gradualmente comprimida que fue transformándose en hielo, en estas condiciones los bosques, las llanuras y sus habitantes renos, osos, mamuts y rinocerontes lanudos aumentaban solamente durante los largos periodos en que disminuían los glaciares y el clima era mas favorable. A estos periodos se les conoce como interglaciares.
Al norte el clima era frío y poco favorable, al sur en cambio las perspectivas eran más prometedoras, la zona sur comprendida entre la cuenca del mar mediterráneo, medio oriente y una buena parte de Africa, tenía un clima templado menos extremoso para la reproducción de una flora y una fauna más variada y abundante que la del norte.
Buscando climas templados, el hombre se asentó en varios continentes durante las interglaciones, continuaban sus migraciones por las tierras que quedaban al descubierto.
Se recordará que los homínidos desarrollaron una mano prensil, esto es con un dedo pulgar que les permitía sujetar objetos, gracias a esta característica les fue posible elaborar utensilios e instrumentos primitivos .
Para nosotros las primera herramientas apenas serían distinguibles de una roca común para ellos bastaba una pequeña muesca afilada para que la roca funcionara como una navaja, un raspador, un hacha, un buril, un logro sobre su medio, posteriormente estos instrumentos fueron perfeccionándose unos golpes a un bloque de sílex o granito bastaban para crear una navaja o una lasca mediante el procedimiento que conocemos como de percusión.
Gracias a esos instrumentos el hombre pudo mejorar sus viviendas facilitarse la cacería y confeccionar sus vestidos.
Comúnmente se piensa que los primeros hombres vivían permanentemente en cavernas y arrastrando un garrote, en realidad el hombre no ocupaba cavernas sino techos naturales formados por salientes de roca que conocemos como lechos rocosos y solo durante determinada época del año en que el clima era favorable.
En las temporadas de frío cuando la vegetación disminuía las grandes manadas de bisontes, ciervos y otros animales partían buscando llanuras donde pastar sin frutos silvestres de que alimentarse el hombre tenía que recurrir a la cacería y se disponía a seguir las manadas, gracias a sus utensilios pudo construir campamentos con los cuales se desplazaba para conseguir alimentos .
Cuando se daba una glaciación animales y hombres viajaban al sur a tierras más favorables donde pudieran alimentarse de la caza y la recolección los pueblos paleolílticos y mesolíticos por esa razón se encontraban en permanente movimiento.
Fue precisamente en estos primeros grupos humanos migratorios donde nació el núcleo familiar esto aseguró la reproducción del hombre y reforzó a los miembros de cada grupo posteriormente la unión de varias familias por motivos prácticos de trabajar y cazar en equipo, protegerse unos a otros, etc. dio origen a una comunidad más grande y compleja llamada CLAN.
La aparición de estas agrupaciones permitió una primitiva pero práctica división del trabajo, los hombres se dedicarían a la caza o la pesca y a la fabricación de utensilios, las mujeres a la recolección de ramas para mantener el fuego otro gran avance del paleolítico y a cuidar a los niños quienes colaboraban en el trabajo.
La cacería, durante las temporadas de buen clima, disminuía en importancia; la recolección en cambio tenía todo el peso de mantener la alimentación del clan.
La mujer así tenía a su cargo una labor importante, necesaria y constante…