Reunión ocasional de don Rodrigo Rodríguez y sus amigos en conocido lugar

(NP).- El día 22 de marzo pasados, el Señor Rodrigo Rodríguez (músico), tuvo una reunión con sus muchos amigos y conocidos, en la palapa de otro de sus amigos, donde comieron, brindaron y platicaron de sus muchas aventuras, pero sobre todo con respecto a la música, y disfrutaron de su compañía unos y otros, ya que son buenos amigos desde siempre.
Lo anterior, con el fín de festejarle su cumpleaños número 76 al Señor, el que fue el pasado día 13 de marzo, por lo que estuvieron también sus cinco hijas que son: Lupita, Monserrat, Soledad, Cecilia y Georgina Rodríguez de Santiago, siendo la organizadora de la fiesta ésta última, y prepararon rico pollo guisado, arroz blanco, frijoles charros y mucho amor, dijeron; pues su señor padre es todo para ellas, ya que siempre fue y es su gran ejemplo a seguir y un buen padre sobretodo quien les hizo su camino de sobrevivir de la música y su propia oficio profesional: a una en la enfermería, otra en el baile, etc., etc.
Un ingrediente muy importante fue la música, pues don Rodrigo es músico desde siempre, quien no conoció aquí en Lagos al famoso “Charanga”, pues su pasión durante su vida fue eso, la música, la cual heredó también a sus hijas a las que encaminó también por esa cultura y ellas felices de haber vivido esa gran experiencia en su hogar, ya que hoy día, todas están felizmente casadas y le han dado nietos a su Padre, los cuales son seis: cinco hombres y una mujercita, mismos que don Rodrigo ama mucho y que también estuvieron en la comida.
Pues entre que se hacía de noche y luego de que todos los amigos acompañaron a don Rodrigo en este festejo, la reunión tomaba tintes de que seguiría hasta tarde; pues el grupo musical que amenizó se retiró como a las 18.30 y siguió el sonido, y quien sabe hasta qué horas terminaría esta fiesta que, en honor a este lagûense, músico y buen padre, tuvo lugar como homenaje a don Rodrigo Rodríguez, quien es conocido por todos sus paisanos y alrededores, por su música y por haber regalado a todos el arte de su acordeón que hacia vibrar cuando lo ejecutaba.
¡FELICIDADES DON RODRIGO!