(NP).- Para aquel lector o lectora que gusta ir más allá de los sentidos y que gusta de desgranar las letras en una forma de erotismo ligero que lleva a lo más alto tu imaginación adentrándote paso a paso en un poema de amor dedicado sobre todo a la mujer, es necesario repasar una y otra vez las páginas del “Poemario Personal” de Víctor Manuel Martínez Arellano.
Víctor Manuel Martínez Arellano, es un escritor laguense que gusta de escribir poemas y además libros de que te lleven sublimemente a elevar tu imaginación.
“Poemario Personal”.
El «Poemario Personal» del autor laguense Víctor Manuel Martínez Arellano; contiene 30 poemas de tópico erótico. Contiene también veinte dibujos a lápiz, realizados por el autor, exclusivamente para este Poemario.
Los poemas, no son obra de su imaginación, no son obra de su inspiración, estos treinta poemas, son la bitácora concupiscente, que con total falta de vergüenza, se atreve a sacar a la luz, este irreverente autor laguense.
Estos treinta poemas, son un registro febril de sus quehaceres íntimos. Es una butaca de primera fila para que el lector, vea como el autor ha hecho de sus noches una brasa, un caldero, donde va a cocinar sus fervores, su deseo por la carne.
Sus momentos más gozosos, más sabrosos. (Después de las carnitas, la orollita de la cama, es lo más sabroso, se le oye decir con toda desfachatez).
Edith Carrasquedo en el final del prólogo de Poemario Personal nos dice.
Víctor se mete hasta la cocina y nos invita a degustar un “especiero” de exóticos y exquisitos sabores y olores, una mezcla prohibida de “Picantes” ingredientes que nos invitan a replantear el paladar de los cinco sentidos a querer saber el trasfondo de cada uno de sus poemas.
“Poemario Personal se puede adquirir en la librería de la Casa de la Cultural, así como en la librería de Luis Moreno, Calle Hidalgo #188 antes de llegar a la Calzada.
Son tus ojos.
¡!!Son tus ojos
El Catalejo
Que muestran
El vivir cotidiano
Que contigo se me vuelve un gozo!!!
Descubro tu silueta
En la oscuridad de mis parpados cerrados
Cuando ya la noche se ha ido
Y mi sueño quedóme ansioso
De deseo.
